Envío la siguiente oración que en alguna etapa de mi vida aprendí y que a diario rezo al Señor San José antes de acostarme por la noche. Aclaro que desconozco el nombre del autor de esta breve pero bella oración:
Señor San José, Patriarca del alma nuestra, en nuestra postrer agonía, cuando nuestra muerte llegare, tu patrocinio nos ampare, el de Jesús y María.