El santo Padre san Juan de la Cruz, en sus Dichos de Luz y Amor aconseja acudir a Dios tanto en los tiempos de bonanza como en los de dificultades, y así, enseña: “En los gozos y gustos acude luego a Dios con temor y verdad, y no serás engañado ni envuelto en vanidad” y “En la tribulación acude luego a Dios confiadamente, y serás esforzado, y alumbrado, y enseñado”, dos sabios consejos de los que hemos de aprender que nuestras crisis son aprovechadas por Dios para fortalecer, iluminar y enseñar a quienes en Él confiamos.
Desde hace medio siglo, cada primer día del año se celebra la Jornada Mundial de la Paz, a iniciativa de la Santa Sede, con el propósito de mover la atención hacia las acciones que la humanidad habrá de emprender para prevenir guerras y promover la paz en el mundo. Para el año 2021, en su Mensaje para la celebración de la 54 Jornada, titulado “La cultura del cuidado como camino de paz”, el papa Francisco propone, en nueve incisos, la necesidad de cuidar diversas acciones humanas. Presento, en seguida, una breve selección de textos:
Con ocasión de la proclamación del Año de San José, el papa Francisco concedió la Indulgencia plenaria. En consecuencia, la Penitenciaría Apostólica emitió el Decreto, firmado por el cardenal Mauro Piacenza, Penitenciario Mayor, con fecha 8 de diciembre de 2020, en el que establece que “Se concede el don de indulgencias especiales con ocasión del Año de San José, convocado por el Papa Francisco para celebrar el 150 aniversario de la proclamación de San José como patrono de la Iglesia universal” y determina: “Para perpetuar la dedicación de toda la Iglesia al poderoso patrocinio del Custodio de Jesús, el Papa Francisco ha establecido que, desde hoy, el aniversario del decreto de proclamación así como el día consagrado a la Virgen Inmaculada y esposa del casto José, hasta el 8 de diciembre de 2021, se celebre un Año especial de San José, en el que cada fiel, siguiendo su ejemplo, pueda fortalecer diariamente su vida de fe en el pleno cumplimiento de la voluntad de Dios”.
El dogma de la Inmaculada Concepción de María declara que por una gracia especial de Dios, ella fue preservada de todo pecado desde que fue concebida por sus padres san Joaquín y santa Ana; dogma de fe que fue proclamado por el papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854 mediante la bula Ineffabilis Deus que expresa:
El lunes 23 de noviembre, los obispos de México presentaron un llamamiento urgente a toda la sociedad mexicana, particularmente confiados en una respuesta por parte de los fieles católicos, aunque no exclusivamente. Este comunicado, procedente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, evidencia que el país se dirige hacia un desastre humanitario en salud y en economía.
La pandemia provocada por el Coronavirus, que por su alto impacto en la población mundial ha sacado lo mejor del ser humano, aunque en algunos ha sacado lo peor, entre las personas de buena voluntad ha sido ocasión de dirigir la mirada hacia quienes más duramente son víctimas de este sufrimiento, sea por salud, desamor y abandono, trabajo, economía, incertidumbre o desesperanza.
Unos días antes de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, quien fuese Nuncio apostólico para ese país durante los dos últimos años del pontificado de Benedicto XVI y los tres primeros del pontificado de Francisco, monseñor Carlo María Viganò, le dirigió una segunda carta al presidente Donald Trump, fechada el 25 de octubre, en secuencia a la primera, del 7 de junio.
L os pecados que más ofenden al Señor son los pecados de los cristianos, porque le conocemos; y de entre los cristianos, más le ofenden los pecados de los católicos, pues hemos sido bautizados en la Iglesia que él personalmente estableció en el mundo. De igual manera, las buenas obras que proceden de un corazón cristiano son las que más le agradan por ser la forma más visible en la que damos razón de nuestra Fe.
Prevalece en la humanidad, desde que se sabe que el universo está conformado por millones de galaxias y por miles de millones de estrellas, la idea de que pueda existir vida y seres inteligentes en planetas similares al nuestro, y aunque se ha querido suponer que la Tierra es visitada por habitantes de otros mundos, en realidad no existe evidencia científica de vida extraterrestre, ni en un primigenio nivel celular, y mucho menos de vida inteligente.